Como padre de dos niños, Amelia de 10 años y Donny de 9, quiero que sean lo más felices posible y logren todo lo que se propongan. Como antiguo atleta universitario, mentiría si dijera que no me gustaría que triunfaran en el deporte.
Pero lo más importante de todo, es que he entendido que el movimiento controla el desarrollo del cerebro. Si lo trasladamos a los niños, esto quiere decir que cuánto más tiempo pasen sentados, más posibilidades tendrán de desarrollar problemas físicos en la etapa adulta, así como ser más propensos a la obesidad. Aquí hay que hacer algo.
Durante la etapa más importante de desarrollo motor, nuestros hijos pasan horas y horas sentados en lugar de hacer toda la actividad física que deberían
Desarrollo físico en niños
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la obesidad ha aumentado en un 25 % desde 1985, y las razones son obvias: la mala calidad de los alimentos y la tecnología. En la actualidad, los niños juegan menos en la calle y pasan las tardes jugando a la videoconsola.
Por otro lado, en algunos colegios también se están reduciendo las clases de educación física. Durante la etapa más importante de desarrollo motor, nuestros hijos pasan horas y horas sentados en lugar de hacer toda la actividad física que deberían. Fue algo que me costó mucho asimilar,
¿qué podía hacer? ¿Cómo podía incentivarlos para que se moviesen más y comieran mejor? A continuación, os presento el enfoque que he decidido darle, influenciado por el Dr. Greg Rose del Instituto Titleist Performance desde hace casi 20 años.
Qué hacer para que los niños se acostumbren al deporte
Intenta que tus hijos hagan el mayor número de movimientos, actividades y deportes posible. Que corran, salten, se revuelquen, naden y mucho más. Si quieres que tu hijo se dedique al deporte de forma profesional, olvídalo. Deja que ellos mismos descubran sus intereses, que disfruten mientras hacen ejercicio.
Si obligas a tu hijo a hacer algo, es muy probable que acaben haciendo lo contrario. Mi estrategia es fácil: Si salgo a hacer algo, no los invito. Si me ven entrenando (por lo general, en el exterior), vendrán corriendo a hacer lo mismo. Así, puede que tú también entrenes más.
El dicho «De tal palo, tal astilla» no puede cobrar más sentido. Si te pasas el día en el sofá, harán lo mismo, pero si te mueves y ejercitas un poco, aunque sea en el jardín, te copiarán.
Si quieres que tu hijo se dedique al deporte de forma profesional, olvídalo. Deja que ellos mismos descubran sus intereses.
Si estableces estas unidades motoras a una edad temprana, tus hijos tendrán una buena salud y vida, y serán unos atletas en potencia si les haces felices.
Y ahora... el factor nutrición. Lleva siempre comida de calidad a casa. Sustituye la comida basura por deliciosos alimentos procedentes de todo el mundo, así, tienes el trabajo hecho en un 70-80 %.
En casa, consumimos la línea de proteínas de Garden of Life para disfrutar de deliciosos batidos proteicos a los que añadimos verduras, frutas y manteca de almendra natural. Para los niños es como tomar un batido de helado, pero con todos los nutrientes que en otro formato habrían rechazado. Por lo que respecta a lo demás, es bastante fácil: deja que se diviertan, al fin y al cabo, son niños.
Después de 20 años en la industria del fitness y la salud, he aprendido que pocas personas necesitan un «método óptimo». Introduce algunas reglas adecuadas, aunque sean moderadas, y verás cómo tus hijos gozan de una salud inmejorable.
Haz que sea un juego para tus niños. Como padre, dales las riendas adecuadas para que conduzcan su vida por un camino saludable.